... y digo que nunca he bebido tu aliento.
Que no sé cómo suena tu voz recién despierto.
También puedo decir que no sé qué cosas te hacen reir, y que no albergo idea alguna acerca de si sueñas al dormir.
Podría hacerlo, seguro que sí. Pero no me iba a creer nadie y entonces, pa' qué?
Que no lo ves? Te nombro y se me escapa una sonrisa, la gente lo sabe, las personas también. Qué le voy a hacer?
Pero no desesperes, corazón, que si tú me lo pides, yo por lo menos lo intento.
Y miento.
Y digo que no conozco tu intimidad ni tu miedo a ser feliz.
Por ti? Qué no haría yo por ti. Si por ti hasta soy tu amiga, nada más.
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ResponderEliminarSiento mucho que se borrase tu comentario. Me habría gustado mucho leerlo y guardármelo. Un abrazo fuerte.
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