martes, 16 de junio de 2015

"Yo quiero hacer"

Quizá debería dejarle ir y ya está.

Tanto repite que no y que no...

No importa lo que yo vea en sus ojos cuando me mira, ni que sienta de un modo tan certero que lo que tiene es miedo. Eso no importa.

Lo que importa es que él dice que no quiere, y levanta muros hasta el cielo, aún con pequeñas ventanitas por las que asomarse a ratos a ver si aún estoy ahí fuera llamando al timbre que no funciona desde hace meses y que él mismo desconectó.

Eso es lo que importa: él dice que no.

"¿Qué hacemos?" y cómo que "¿qué hacemos?" ?
Pues no hacemos, ¿es que no ves?
No hacemos.

Ya lo dicen, que a veces el amor no es suficiente.
Tienes las cerillas, la leña y el alcohol, pero no quieres prender el fuego.

Pues y qué hacemos, corazón?

Pues no hacemos. Nos moriremos de frío en pleno verano y acabaremos siendo meras sombras de algún recuerdo lejano.

Y esos muros seguirán creciendo, y tus ventanitas cada día serán más pequeñas.
Y en alguno de esos ratos en los que te sueles asomar, yo me habré cansado de llamar a un timbre que no funciona.

¿Y qué hacemos? Pues no lo sé, corazón, no sé qué hacemos.

El tonto y el cobarde, eso hacemos.



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"No podemos pretender tenerlo todo claro desde el comienzo. Somos bestias, y entrar en el corazón de alguien conlleva aprender a respirar un-poco-más-lento"

@noelopezv

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