lunes, 27 de abril de 2015

Ja parlarem un dia d'aquests

Y así terminan, de un portazo, los últimos meses.
Abres los ojos, ves a tu alrededor y te das cuenta de que ya no vales como kleenex.

Otra vez has sido amiga, madre, confidente, profesora, pilar de todo sosteniendo nada.

Sientes cómo las notas más graves del piano que eran tus emociones quedan sonando cual infinito eco entre las paredes huecas de tu corazón.

Tan tétrico todo.

No piensas, senzillamente te has zambullido en el silencio que queda tras el estruendo del portazo.
No piensas, y aún a tus ojos acude una lágrima que, vergonzosa o avergonzada, se limita a apuntar su aparición.
Igual es que le da miedo ser la última.
Igual es que te da miedo a ti.

Ya no sabes si es bueno, o malo, o si es que no tenía que ser, o si es culpa tuya o no hay culpa de nada.
Únicamente agotamiento mental, físico y emocional.
Y también un remolino de palabras atropelladas sin permiso, porque "i ara et sembla que és un bon moment?".

Y escribes. Y te desahogas, o lo intentas.
Pero sólo te acuerdas de todos los dametiempos, escuestiondetiempos, pronto,yaloverases...

Y te huele a humo. Pero no a humo de tabaco, ni siquiera a humo de "cigarrillo de después" (porque no hay después, sabes? Desde hace demasiado).
No. Te huele a humo de cortina; de esconderse.
De pintarle bigote a la Monalisa a ver si así parece que tiene algún tipo de expresión.

Pero no la tiene.



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Avui ha estat sonant "Everything will be alright", The Killers

1 comentario:

  1. Lo mejor de una puerta cerrada es que puedes seguir camino... Quedan muchas puertas abiertas ;)

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